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Alta en el RETA ¿Qué cantidad de ingresos me obliga a pagar autónomos?

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La Tesorería General de la Seguridad Social ha considerado reiteradamente que la obligación de darse de Afiliación, alta y baja al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos no nace a partir de la obtención de unos ingresos determinados, sino de la Habitualidad de la actividad económica de los autónomos de las actividades profesionales realizadas.

 

El requisito de ejercicio con habitualidad de la actividad por cuenta propia es esencial para la existencia de un trabajador por cuenta propia o autónomo a efectos del Afiliación, alta y baja al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, hasta el punto de su presencia en la definición de trabajador autónomo que la Ley 20/2007 de 11 de Jul: “[…] personas físicas que REALICEN DE FORMA HABITUAL, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena. Independientemente de que dicha actividad autónoma o por cuenta propia se realice a tiempo completo o parcial […]”
 
De este modo en el citado Ley 20/2007 de 11 de Jul, señala, la Habitualidad de la actividad económica de los autónomos exigible al fijarse el concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo a efectos de su inclusión en el Régimen Especial de la Seguridad Social de Trabajadores Autónomos, sin precisar de manera completa el alcance del requisito de habitualidad de la actividad económica que se exige al trabajador autónomo para su inclusión en este Régimen.
 
 
En ausencia de una actividad continuada y con centro de trabajo, los Tribunales de lo Social han acudido al indicio externo del volumen de ingresos generados por la actividad. De este modo, en ausencia de otros datos que denoten la existencia o ausencia de habitualidad, la jurisprudencia ha acudido al nivel de ingresos, de modo que si éstos son superiores al Salario Mínimo Interprofesional en cómputo anual, la actividad ha de ser calificada de habitual y encuadrable en el Régimen Especial de la Seguridad Social de Trabajadores Autónomos.
 
La falta de precisión normativa en la Ley 20/2007 de 11 de Julio, ha sido suplida por la jurisprudencia, que viene estimando la superación del umbral del Salario Mínimo Interprofesional, percibido en el año natural, como indicador de la misma (STS 29/10/1997 y 23/09/2002). No obstante, la Tesorería general de la Seguridad Social sólo se ha mostrado partidaria de estandarizar este criterio en los supuestos de SUBAGENTES DE SEGUROS. No obstante, hasta una aclaración normativa, LA SUPERACIÓN DEL UMBRAL DEL SALARIO MÍNIMO PERCIBIDO EN UN AÑO NATURAL PUEDE SER UN INDICADOR ADECUADO DE HABITUALIDAD.
 
Aunque se ha señalado que el mero hecho de estar en alta en el IAE no denota habitualidad si no ha habido actividad, si se tiene establecimiento abierto al público si se puede entender la existencia de este requisito.

PUEDE UN AUTÓNOMO CONTRATAR A FAMILIARES ?





























Ante la contratación por parte de un trabajador autónomo de su hijo

1.- ¿Qué consideración y posibilidades han de tenerse en cuenta a la hora del alta en la Seguridad Social?


2.- ¿Resultan aplicables las mismas premisas para la contratación de un ascendiente (padre o madre) o el cónyuge del autónomo titular?



RESPUESTA

1.- Las diversas posibilidades a la hora de que un trabajador autónomo contrate a hijos, cónyuge, u otros familiares, pasan por dos posibilidades:

  • Encuadramiento dentro del Régimen General de la Seguridad Social (RGSS). El hijo o familiar debe realizar un trabajo que pueda demostrarse por cuenta ajena (es decir, que la ajenidad se aprecie respecto al empresario) y sin que exista una convivencia (económica) entre él, como empresario, y su hijo o familiar, como trabajador.
  • Encuadramiento como autónomo. En caso contrario al anterior (convivencia y falta de ajenidad) el familiar ha de considerarse trabajador autónomo o autónomo colaborador.

De inicio la TGSS o la Inspección de trabajo presumirán que estos familiares no son trabajadores por cuenta ajena. Por tanto, si no podemos demostrar que la relación laboral es igual que la del resto de trabajadores (cumplir horario de trabajo, percibir salario, existencia de nóminas, etc), los familiares deberán incluirse en el RETA con las consecuencias que ello implica.

2.- Sí, en caso de la contratación de un ascendiente (padre/madre) las posibilidades son idénticas que para un descendiente (hijo)

ANÁLISIS

1.- ¿Qué consideración y posibilidades han de tenerse en cuenta a la hora del alta en la Seguridad Social?

Para el análisis de este supuesto hemos de tener en cuenta lo siguiente:

1.3 ,ET, excluyen del ámbito regulador del Estatuto de los Trabajadores:

“E) Los trabajos familiares, SALVO QUE SE DEMUESTRE LA CONDICIÓN DE ASALARIADOS DE QUIENES LOS LLEVAN A CABO. Se considerarán familiares, a estos efectos, siempre que CONVIVAN CON EL EMPRESARIO, el cónyuge, los descendientes, ascendientes y demás parientes por consanguinidad o afinidad, hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción.”

Apdo. 2, Art. 7 ,LGSS, sujetos comprendidos dentro del ámbito de aplicación del Sistema de Seguridad Social:

"2. …no tendrán la consideración de trabajadores por cuenta ajena, salvo prueba en contrario: el cónyuge, los descendientes, ascendientes y demás parientes del empresario, por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción, ocupados en su centro o centros de trabajo, CUANDO CONVIVAN EN SU HOGAR Y ESTÉN A SU CARGO."

De esta forma, como norma general, cuando no se cumplan los requisitos de ajenidad y dependencia, la contratación de familiares directos del autónomo principal, será como autónomo colaborador:

Cónyuge, descendientes, ascendientes y demás parientes del empresario, por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción
Convivan en el hogar y estén a cargo del autónomo principal.
En estos supuestos el autónomo titular podrá beneficiarse de una bonificación del 50% de la cuota de autónomos durante los 18 meses posteriores al alta.
No se trate de una colaboración puntual.
Estén ocupados en su centro o centros de trabajo de forma habitual.
No estén dados de alta como trabajadores por cuenta ajena.

Por excepción a lo anterior, el autónomo podrá contratar a un hijo como trabajador por cuenta ajena cotizando en el RGSS, cuando:

  • Sea menor de 30 años.

  • Sea mayor o menor de 30 años, pero tenga algún problema de discapacidad, que le impida acceder al mercado laboral.



SIN DERECHO A PRESTACION POR DESEMPLEO
En ambos casos, el autónomo titular por la contratación de su hijo, puede beneficiarse de bonificaciones  por la contratación según el contrato que realice y en función de los requisitos de cada modalidad (indefinido de apoyo a emprendedores, aprendizaje o formación, etc).
CON  DERECHO A PRESTACION POR DESEMPLEO
Cuando pueda demostrarse:
  • a) La independencia económica y ausencia de conviva con el autónomo titular.
  • b) Que cumple el horario de trabajo, percibe salario mediante nóminas, etc.

2.- ¿Resultan aplicables las mismas premisas para la contratación de un ascendiente (padre o madre) o el cónyuge del autónomo titular?

En caso de la contratación de un ascendiente (padre/madre) las posibilidades son idénticas que para un descendiente (hijo). Se cotizaría al RGSS de cumplir los mismos requisitos ya expuestos (Art. 40 ,Real Decreto 84/1996 de 26 de enero),  o como autónomo colaborador en caso contrario. (1)

En los casos del cónyuge del titular la única opción posible sería la de Autónomo colaborador

Bonificaciones por nuevas altas de familiares colaboradores de trabajadores autónomos.

El cónyuge, pareja de hecho (2) y familiares de trabajadores autónomos por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción, que se incorporen como nuevas altas al Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, y colaboren con ellos mediante la realización de trabajos en la actividad de que se trate, incluyendo a los de los trabajadores por cuenta propia del Régimen Especial de los Trabajadores del Mar, a partir de la entrada en vigor de esta Ley, tendrán derecho a una bonificación durante los 18 meses inmediatamente siguientes a la fecha de efectos del alta, equivalente al 50% de la cuota que resulte de aplicar sobre la base mínima el tipo correspondiente de cotización vigente en cada momento en el Régimen Especial de trabajo por cuenta propia que corresponda.

Alta en el RETA ¿Qué cantidad de ingresos me obliga a pagar autónomos?




La Tesorería General de la Seguridad Social ha considerado reiteradamente que la obligación de darse de Afiliación, alta y baja al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos no nace a partir de la obtención de unos ingresos determinados, sino de la Habitualidad de la actividad económica de los autónomos de las actividades profesionales realizadas.

El requisito de ejercicio con habitualidad de la actividad por cuenta propia es esencial para la existencia de un trabajador por cuenta propia o autónomo a efectos del Afiliación, alta y baja al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, hasta el punto de su presencia en la definición de trabajador autónomo que la Ley 20/2007 de 11 de Jul: “[…] personas físicas que REALICEN DE FORMA HABITUAL, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena. Independientemente de que dicha actividad autónoma o por cuenta propia se realice a tiempo completo o parcial […]”
De este modo en el citado Ley 20/2007 de 11 de Jul, señala, la Habitualidad de la actividad económica de los autónomos exigible al fijarse el concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo a efectos de su inclusión en el Régimen Especial de la Seguridad Social de Trabajadores Autónomos, sin precisar de manera completa el alcance del requisito de habitualidad de la actividad económica que se exige al trabajador autónomo para su inclusión en este Régimen.
En ausencia de una actividad continuada y con centro de trabajo, los Tribunales de lo Social han acudido al indicio externo del volumen de ingresos generados por la actividad. De este modo, en ausencia de otros datos que denoten la existencia o ausencia de habitualidad, la jurisprudencia ha acudido al nivel de ingresos, de modo que si éstos son superiores al Salario Mínimo Interprofesional en cómputo anual, la actividad ha de ser calificada de habitual y encuadrable en el Régimen Especial de la Seguridad Social de Trabajadores Autónomos.
La falta de precisión normativa en la Ley 20/2007 de 11 de Jul, ha sido suplida por la jurisprudencia, que viene estimando la superación del umbral del Salario Mínimo Interprofesional, percibido en el año natural, como indicador de la misma (STS 29/10/1997 y 23/09/2002). No obstante, la Tesorería general de la Seguridad Social sólo se ha mostrado partidaria de estandarizar este criterio en los supuestos de SUBAGENTES DE SEGUROS. No obstante, hasta una aclaración normativa, LA SUPERACIÓN DEL UMBRAL DEL SALARIO MÍNIMO PERCIBIDO EN UN AÑO NATURAL PUEDE SER UN INDICADOR ADECUADO DE HABITUALIDAD.
Aunque se ha señalado que el mero hecho de estar en alta en el IAE no denota habitualidad si no ha habido actividad, si se tiene establecimiento abierto al público si se puede entender la existencia de este requisito.